Etiqueta: Periódico nº2 (octubre 2020)

En cuestión de derecho a la vivienda, la okupación no es el problema

Durante este verano, cuando nos sentíamos a salvo de los efectos masivos del COVID-19, los programas de sucesos nos bombardeaban sobre un grave problema que podría ocurrirnos a cualquiera de nosotras: que nos ocuparan la vivienda. 

 El tratamiento de la ocupación por parte de estos programas simplifica y criminaliza una realidad con multiplicidad de elementos. El principal, el problema de acceso a la vivienda, por su precio inasumible y por la ausencia de políticas públicas y regulación en materia de vivienda. 

Resulta imprescindible realizar ciertas consideraciones jurídicas para desgranar el asunto. La ocupación ilegal de la primera vivienda -aunque no sea la residencia principal, según entiende la jurisprudencia-, supone un delito de allanamiento de morada y la policía puede actuar de manera inmediata. Si la vivienda ocupada no constituye la residencia o morada de nadie, el delito menor cometido, menor – y antes de la reforma del Código Penal de 2015 una falta-, será el de usurpación. 

El allanamiento de morada protege el hogar, el derecho a la vivienda

Los bienes jurídicos, los derechos protegidos son distintos en un caso y en otro. El allanamiento de morada protege el hogar, el derecho a la vivienda, mientras que la usurpación protege exclusivamente el derecho a la propiedad. Las estadísticas oficiales muestran que la magnitud del problema es mucho menor que lo presentado por los medios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las condenas por allanamiento de morada fueron 286 en 2018 (último año disponible). Datos más recientes de Interior del primer semestre de 2020 reflejan que apenas hubo 7.450 denuncias por usurpación.  

Según las organizaciones sociales de vivienda, la mayoría de las ocupaciones son realizadas por familias monomarentales en viviendas de bancos o fondos de inversión. Se calculan más de 3 millones y medio de viviendas vacías en todo el país, 300.000 en la Comunidad de Madrid y unas 7.000 en Getafe. La mayoría de ellas, de bancos y fondos de inversión, que prefieren mantenerlas vacías que facilitar el alquiler social, gracias al afán especulativo y a la ausencia de normativa en materia de vivienda a todos los niveles. 

Muy lejos de constituir un problema para la mayoría social la ocupación no es un problema

Muy lejos de constituir un problema para la mayoría social – que sí sufre angustiosamente el acceso a la vivienda-, la ocupación no es un problema por el cual esta vecina que elige a su alcaldesa deba temer. Por el contrario, lo que sí genera pavor es observar cómo estas cadenas generalistas, aprovechando un totum revolutum creado sobre la cuestión, avalan la acción de empresas que han encontrado un nicho de negocio en echar a personas de viviendas y que han sido denunciadas por utilizar amenazas o coacción en ello. 

Es evidente la de algunas administraciones con el empuje del lobby del ladrillo para desincentivar el alquiler de viviendas y continuar rentabilizando el negocio de la construcción. La Comunidad de Madrid va a reformar la Ley del Suelo, a través de mecanismos parlamentarios torticeros que pueden ser causa de nulidad legal, y a expreso deseo de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA). La Consejera de Ordenación Territorial (que también lo es de Medio Ambiente y de Sostenibilidad) aboga claramente por reactivar el sector de la construcción, ya que supone “el 20% del empleo en la región”. La salida de la crisis que el Gobierno de Ayuso planea para Madrid es la apuesta por el ladrillazo, que todas sabemos no mejorará la economía, el empleo, el medio ambiente, o el acceso a la vivienda. 

El problema de la mayoría social en cuestión de vivienda no es que nos vayan a ocupar nuestra casa en un descuido.

El problema de la mayoría social en cuestión de vivienda no es que nos vayan a ocupar nuestra casa en un descuido, por más que las empresas de alarmas nos intenten convencer de ello, sino la extrema dificultad para acceder a una. Urgen políticas públicas de vivienda de titularidad pública, que impidan su posterior venta a fondos buitre. Asimismo, es necesario regular por ley el precio del alquiler. Cataluña acaba de aprobar una ley para regular el precio del alquiler de los municipios de más de 20.000 habitantes. En Madrid, con este Gobierno ultraliberal no podemos esperar una legislación con semejante cariz social, por lo que urge que Gobierno central tome cartas en el asunto para garantizar en todo el país el derecho al acceso a una vivienda. 

Prozac versus equidad

Esta pandemia, de origen sanitario, tiene características propias de diversa naturaleza como las relacionadas con la salud en general. La incertidumbre sobre los tratamientos, los cambios en las relaciones, dificultades laborales, económicas, agravamiento de las fuentes de estrés anteriores, etc.  

Esta pandemia es el claro ejemplo de cómo el comportamiento es contextual no se puede entender. Sin la relación con el entorno inmediato como la aparición de este nuevo virus. Y continuo a lo largo de toda nuestra vida, materializándose en esas múltiples interacciones que, establecemos como organismos vivos y reducimos al concepto de “biografía”, con sus luces y sus sombras. 

Nuestro instinto de supervivencia.

Ante un hecho desconocido, inesperado, traumático, como la aparición de la COVID-19, todos los animales, incluido el ser humano, reaccionamos de forma parecida. Con miedo, preparándonos para atacar, huir, o nos paralizamos. Es nuestro instinto de supervivencia.

Es un error, por las consecuencias, y los problemas derivados, asumir una perspectiva clínica, la patologización de estas respuestas emocionales, como problemas de “salud mental”. 

Sabemos de los beneficios económicos que reportan estas ideas reduccionistas y patologizantes los perjuicios para la salud, la autoestima y la sociedad en general. 

Estas primeras reacciones de protección son normales y señal de que las cosas nos afectan emocionalmente. El sufrimiento es consustancial al mismo hecho de estar vivo. Es la dictadura actual del hedonismo nos ha hecho creer que la felicidad es toda ausencia de malestar.   

Cuando experimentas una gran perdida, inesperada, como el fallecimiento de un ser querido, la incapacidad para acompañarle en sus últimas horas, la pérdida de recursos económicos, habitacionales o de trabajo no hay nada patológico en tu cerebro, tu salud mental esta en buenas condiciones, porque estás reaccionando como cabe esperar ante perdidas tan graves, lo disfuncional sería no sentir esas emociones. 

La teoría de los determinantes de la salud integral, establece toda una serie de variables, modificables, para avanzar hacia promoción del bienestar y la prevención de sus amenazas o enfermedades.  

Los datos sobre los problemas emocionales son sobrecogedores

En primer lugar, aquellas variables que tienen que ver con la persona, sus competencias y, posteriormente, todas aquellas que tienen que ver con las oportunidades o barreras del entorno que se manifiestan en la INEQUIDAD; esto no es de ahora, ya es teoría vieja, desde los años 70  en los que el ministro de sanidad canadiense, Lalonde, planteaba modificar las condiciones de los entornos para ir a las causas de las causas del enfermar, y no en “tratar los síntomas”. En aquellos años situaba estas en el 75% de los orígenes de las enfermedades y de la mortandad. 

Los datos sobre los problemas emocionales son sobrecogedores, el 11 de octubre en televisión española se hablaba de la subida “exponencial” de la ansiedad y el estrés. En otra cadena, del 168% con relación al mes de marzo, de aumento de personas aquejadas de problemas emocionales, por las diversas secuelas de esta pandemia, sanitarias, sociales y económicas. 

Por supuesto, para el reduccionismo psicopatológico, la respuesta inmediata es la medicación antidepresiva, o ansiolítica, entre ellos el famoso PROZAC. Es más fácil, exime de responsabilidad a la persona( ya que “estás enfermo”), a las instituciones públicas, a los políticos, y por qué no, muchas veces, a la propia familia. Es más fácil ocultar, amortiguar el dolor, ir al síntoma que, a las causas al origen de estas emociones, normales.  

Aunque natural, paralizarse en el miedo, en la inacción, no aprovechar las oportunidades de la nueva situación, puede constituir la cronificación de estos problemas. La aparición de otros de diversa índole, pero la causa no es que algo sea disfuncional en tu cerebro, sino que las respuestas a esos problemas son las equivocadas. Y no son inocuas ni más económicas para las arcas públicas.  

El amianto sigue en Getafe

Entrevistamos a César Serrano de CCOO y que lleva años luchando por la erradicación del amianto en nuestro pueblo y en la comarca sur. 

¿Lleváis mucho tiempo intentando erradicar el amianto? 

Es una pelea histórica del sindicato y hemos denunciado, cuando muy pocos lo hacían, el peligro para la salud  del amianto no sólo en el ámbito laboral. Hay que recordar que la utilización de este mineral en la construcción  fue indiscriminada desde los años 60 hasta el año 2001, en que se prohibió su uso definitivamente. Hay miles y miles de kilos instalados en edificios de viviendas, colegios, infraestructuras industriales y sitios de ocio sólo por poner un ejemplo. Se estima que hay más de 40.000 km de tuberías fabricadas con este material en nuestra red de abastecimiento de agua. Y esta es una cifra conservadora.  

Todo esto no tendría repercusión alguna sin la lucha de los sindicalistas de CCOO y sus compañeros en sus puestos de trabajo defendiendo su salud, la de sus familias y la de los ciudadanos, como ocurre, por ejemplo, en Metro., o como ocurrió no hace tanto tiempo en la factoría de Uralita en Getafe. 

Getafe es una ciudad emblemática por haber sido sede de Uralita, ¿qué planteamiento tenéis para solucionar este grave problema? 

Desde la comarca sur de CC.OO venimos exigiendo que se haga un inventario de edificios tanto públicos como privados que contengan amianto. Es indispensable conocer en donde esta instalado este material para controlar tanto en que estado se encuentra como para vigilar la correcta retirada del mismo en caso de que se realice una obra en estos edificios.  

Hay que elaborar un plan integral de retirada del amianto instalado para empezar a trabajar en su retirada definitiva. Es necesaria la implicación de la Comunidad de Madrid, ya que esto es un problema que no pueden asumir solamente las administraciones locales. La falta de compromiso de la Comunidad de Madrid con este problema es vergonzosa, sobre todo en lo que a los municipios del sur se refiere. Es en la zona sur de Madrid en donde la exposición al amianto es muy superior a cualquier otra zona de Madrid. 

También planteamos que se creen mesas de trabajo especificas en cada localidad, en la que participen los partidos políticos, sindicatos y el tejido asociativo de cada población para empezar a trabajar lo antes posible en este tema.  

¿Qué respuestas habéis tenido del Ayuntamiento de Getafe? 

Bueno, en la reunión que mantuvimos con el concejal de sostenibilidad le trasmitimos nuestra preocupación ante los vertidos de amianto que jalonan el entorno de Getafe y le pedimos que se convocase de una vez por todas la comisión de seguimiento del amianto que llevamos esperando desde diciembre del año pasado. Angel Muñoz, concejal  de sostenibilidad, se comprometió a hacerlo antes de que acabe el año, pero creemos que ya vamos tarde y que no podemos esperar mucho más.  

¿Qué zonas tenéis detectadas como con mas amianto: vertederos, cementerio, viviendas…? 

Todas las viviendas construidas antes de  2001 es casi seguro que contienen amianto, por no hablar de los polígonos industriales, que están llenos de amianto en sus cubiertas, canalizaciones, etc. Otras zonas son los vertederos incontrolados en el entorno del polígono San Marcos y Los Ángeles, en donde se acumulan restos de obras que contienen amianto de manera incontrolada. Y esto solo en Getafe, claro está.  

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Hablamos con Ruth Candela, médica psiquiatra y con Rodrigo Pastorin, médico radiólogo, vecinos de Getafe

« La situación actual ha revelado las carencias de nuestro estado del bienestar, sostenido sobre el sistema sanitario y educativo» 

Hablamos con Ruth Candela, médica psiquiatra y con Rodrigo Pastorin, médico radiólogo, vecinos de Getafe, madre y padre de cuatro hijos que están escolarizados en un Colegio público del municipio. 
El problema de la pandemia ha cambiado radicalmente muchos ámbitos de nuestra vida y, por supuesto, ha trastocado el sistema educativo. ¿Cómo vivió vuestra familia el confinamiento educativo impuesto al final del curso pasado?  

El confinamiento vivido en España a finales del curso pasado supuso un auténtico desafío tanto para las familias como para las instituciones, entre ellas las educativas. La administración pública no contaba con las herramientas necesarias para sostener las necesidades pedagógicas de los estudiantes y las familias nos vimos abocadas a sacar adelante numerosas tareas que de manera habitual no recaen sobre nosotras. De la noche a la mañana tuvimos que hacer frente a todas las tareas educativas que se les iban encargando a nuestros hijos, en un principio de forma muy desorganizada y con herramientas informáticas muy limitadas.

A esta carga y responsabilidad se unían las relativas al trabajo tanto presencial como telemático que hemos tenido que realizar, al dedicarnos a una de las actividades laborales consideradas imprescindibles durante la pandemia. Esta situación, especialmente durante las primeras semanas, conllevó un importante nivel de estrés y sobrecarga familiar. Si bien, a partir de finales de abril la situación mejoró ligeramente desde el punto de vista organizativo, las carencias y falta de soporte se mantuvieron hasta el final del curso escolar. La teleducación sin las herramientas de apoyo adecuadas y la formación necesaria no ha suplido las necesidades educativas de nuestros hijos y, sin duda, ha supuesto un elemento segregador al dejar a aquellas familias sin recursos tecnológicos sin la posibilidad de acceso a la educación durante esos meses.

Para nosotros una de las perdidas más importantes ha sido el aislamiento social de los adultos, pero especialmente de los niños, ya que las relaciones sociales son fundamentales para el desarrollo de la personalidad y del bienestar en la infancia. 

Este principio de curso ha sido también atípico y a los problemas endémicos, que nos encontramos cada año, se ha sumado el generado por la presencia de la COVID-19. ¿Cómo se han visto afectados vuestros hijos? ¿Y vosotros?  

El principio del curso está siendo muy complicado para todos. A pesar de los esfuerzos ingentes que realizan, día a día, los docentes y profesionales de la educación, el caos en las instituciones se está traduciendo, evidentemente, en que se produzcan situaciones de desinformación y falta de comunicación entre profesionales y familias.  

Los profesores no han tenido información fiable sobre el inicio del curso de escolar hasta pocos días antes del comienzo, lo que ha impedido una adecuada planificación en los centros. Las estrictas medidas sanitarias necesarias para controlar la pandemia sumadas a las carencias previas de personal y espacios físicos que venía sufriendo el sistema público de educación están teniendo repercusiones negativas en la calidad de la enseñanza.  

Se ha cortado de raíz la posibilidad de colaboración entre familias y centro, se han limitado los espacios de comunicación, no se puede compartir objetos físicos (notas, cuadernos…) con los profesores. Los estudiantes se ven abocados a un distanciamiento social con imposibilidad de compartir objetos entre miembros de una misma clase, separación de los grupos en los recreos, con la limitación del espacio disponible para cada grupo para evitar la mezcla con estudiantes de otros grupos.  

El espacio del comedor también ha sufrido importantes limitaciones. No se está permitiendo que los estudiantes se levanten después de haber terminado, y deben estar sentados largos espacios de tiempo, en ocasiones alejados de sus amigos. 

La necesidad de desdoblar ciertos grupos para permitir la creación de grupos burbuja ha acrecentado de manera importante la escasez crónica del profesorado, hasta el punto de que no hay profesionales para cubrir ciertos puestos, y por supuesto una práctica imposibilidad de cubrir bajas al ser contratos mucho más precarios. Los equipos de apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales, ya paupérrimos, tampoco han sido reforzados.  

Por último, las extraescolares, un espacio en el que los estudiantes podían desarrollar actividades lúdicas y relacionarse con compañeros de otros niveles, no se están pudiendo realizar. 

Desde nuestro punto de vista, si la administración hubiera apuntalado con los soportes necesarios a las escuelas en una situación de emergencia sanitaria, social y educativa como la que estamos viviendo, las consecuencias no serían tan drásticas.  

La situación actual ha revelado las carencias de nuestro estado del bienestar, sostenido sobre el sistema sanitario y educativo. Y debe servir para que, como sociedad, nos planteemos poner en marcha acciones políticas, económicas y sociales que ayuden a mejorar y fortalecer estos pilares, básicos para la creación y desarrollo de una sociedad civil cohesionada. 

Es posible que en tu entorno social se hayan dado situaciones más complejas de las que has señalado en tu familia, ¿podías señalar alguna de estas situaciones que han sido especialmente dramáticas  y qué tipo de atención se les ha prestado? 

La actual crisis social ha desencadenado numerosas problemáticas sociales más allá de la propiamente sanitaria. La tensión, incertidumbre y miedo al que estamos sometidos día a día han desembocado en que muchas personas desarrollen síntomas depresivos y ansiosos. Aquellas situaciones sociales que ya eran complicadas y dramáticas como las personas diagnosticadas de algún trastorno mental, violencia de género o personas en riesgo de exclusión social, entre otros, se han visto desprovistos de la atención y soporte que necesitan con el consecuente riesgo de empeoramiento. Además, la fragilidad de nuestro sistema público de salud se ha revelado a través de la imposibilidad de la Atención Primaria de absorber toda la demanda relativa al manejo de los pacientes con COVID, quedando desentendidas muchas otras personas con distintas patologías crónicas y procesos agudos.  

¿Cómo juzgas la actuación de la Comunidad de Madrid en la responsabilidad de garantizar una vuelta segura a las aulas? 

En mi opinión, la Comunidad de Madrid ha desatendido sus funciones al no proporcionar al tejido educativo de las estructuras de soporte necesarias para afrontar esta grave situación social, sanitaria y educativa que nos aqueja. Se han priorizado criterios económicos y, como consecuencia, desatendido de forma dramática, entre otros, el sistema educativo.  

Más allá de cuestiones importantes como los protocolos para asegurar la vuelta segura a las aulas, se debía haber puesto la atención sobre aspectos igualmente relevantes como la preservación de la calidad pedagógica y la capacitación a los centros y alumnado con los recursos necesarios para poder ofrecer el acceso a la educación inclusiva en términos de equidad e igualdad para todos, poniendo un énfasis especial en aquellos colectivos vulnerables por cuestiones de etnia, discapacidad o razones sociales.  

Sin embargo, predomina la inestabilidad de los equipos docentes y muchos centros afrontaron el inicio escolar sin la plantilla y los recursos necesarios. 

¿Y la actuación del gobierno municipal y los grupos políticos de la oposición? 

La inédita situación social que afrontamos también ha puesto encima de la mesa la fragilidad de nuestras instituciones políticas. Desde mi punto de vista, la ciudadanía se merece que los distintos grupos políticos tanto en el ámbito local como autonómico o nacional revisen aquellas prácticas ancladas en el enfrentamiento para ponerse al servicio de la sociedad y poder diseñar una estrategia común que nos ayude a afrontar esta situación con el menor desgaste posible. Esto favorecería la cohesión social y sentimientos de seguridad en la ciudadanía. 

Trascurrido un mes del inicio de curso, ¿qué pedirías a la Comunidad de Madrid y al gobierno municipal para que se atiendan a las necesidades educativas de todo el alumnado, especialmente de aquellos que se han visto más afectados por esta crisis sanitaria? 

Esta crisis social que ha derivado en una importante crisis educativa que ha aumentado la brecha educativa.  

Aquellos estudiantes de familias con recursos económicos y formativos han tenido un colchón que ha podido amortiguar los efectos devastadores en el ámbito de la educación. Sin embargo, aquellos en situación de vulnerabilidad social como estudiantes con discapacidad han sido completamente olvidados por la administración.  

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM2020), un informe anual independiente, acreditado y de base empírica publicado por la UNESCO, cuyo cometido consiste en supervisar el progreso en la consecución de las metas educativas en el marco de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establece que la pandemia ha disparado la exclusión educativa de los estudiantes vulnerables.  

La UNESCO insta a la sociedad y a los gobiernos a centrar sus esfuerzos en los alumnos y las alumnas que se han quedado atrás debido al confinamiento, y que se haga especial énfasis en su educación. Para ello es necesario dotar a los centros de los recursos necesarios con espacios adecuados, equipos suficientes, estables y formados con el personal de apoyo necesario para atender a todos aquellos estudiantes que se han quedado atrás o que están en riesgo de no ser atendidos adecuadamente.  

Las carencias que hoy observamos acrecentadas por la crisis no son sencillas de resolver debido a que descansan sobre una progresiva asfixia de los servicios educativos (y sanitarios) públicos a lo largo de los últimos años en los que se ha favorecido la derivación de fondos a las iniciativas privadas.  

La educación es una cuestión de gran trascendencia, es el futuro de nuestra sociedad, pero lamentablemente no parece ocupar un lugar prioritario en la agenda política de nuestra comunidad. La infancia ha quedado desatendida y, como sociedad, debemos preguntarnos por qué. Estamos a tiempo de poner los medios para cambiarlo. 

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Un largo e inesperado año

Desde el inicio de la legislatura ha pasado más de un año, pero a veces parece que llevamos toda la vida. El paso de la pandemia por Getafe está marcando nuestras vidas, nuestra actividad y también la vida municipal. Para una formación como la nuestra, nueva en la política municipal, ha sido impactante. 

Hemos tenido que aprender rápidamente la mecánica institucional para poder arrimar el hombro y hacer propuestas que mejoren la vida de los vecinos y vecinas de nuestro pueblo. 

La mano tendida 

No votamos a favor de la investidura, sabiendo que no había peligro de que gobernase la derecha, entre otras razones por el poco interés que puso la alcaldesa en ofrecernos algún pacto que justificase algo más que la abstención. Realmente en muchos Ayuntamientos del sur de Madrid, como Leganés, Parla, Móstoles o Alcorcón, se hicieron propuestas de acuerdos. Aquí no fue posible ni con nosotros ni con ninguna otra formación que posibilitara un gobierno de izquierdas, estable. 

La mano tendida siguió con los Presupuestos. Prácticamente ninguna de nuestras propuestas fue recogida por el gobierno municipal y solo aceptaron dos medidas dotadas con 20.000 euros cada una, el Plan contra el amianto y el de Memora Histórica. A pesar de ello, decidimos apoyar los presupuestos porque nos parecía bueno para nuestro pueblo que saliesen adelante después de tres años sin tenerlos. 

Nuestra paciencia y ganas de colaborar nos han llevado a aprobar la mayoría de las modificaciones presupuestarias, a pesar de que muchas veces es debido a la mala gestión municipal. Pero no queremos que ciudadanos o empresas de nuestro pueblo paguen este mal funcionamiento. 

Hemos abordado esta legislatura con una tremenda ilusión en lo que podríamos hacer para nuestro pueblo. No ha habido Pleno donde no hayamos presentado propuestas para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas. Hemos tratado de plasmar nuestro programa en las proposiciones que hemos presentado en el Pleno, intentando siempre que nuestras iniciativas fueran compartidas por toda la izquierda, llamando siempre al diálogo y al entendimiento entre las distintas organizaciones. 

La participación el eje vertebrador 

Para nosotros la participación es fundamental. Pero sobre todo que entendamos lo que es la participación. Vemos por parte del gobierno municipal un trato educado y respetuoso pero una concepción de la participación como “dime lo que planteas, yo tomo lo que me parezca y luego te explico lo que hago”.  

Entendiendo que es el gobierno municipal, y la mayoría que lo sustenta, quien tiene la legitimidad para tomar las decisiones no podemos mas que exigir que para ello se tengan en cuenta las opiniones del llamado tejido social: asociaciones, partidos y sindicatos; de los Consejos sectoriales y del Consejo de la Ciudad.  

Desde Más Madrid Compromiso con Getafe no concebimos la participación como un trámite. Y vemos que hay mucho de trámite en las reuniones de los Consejos y en las relaciones que estable el gobierno municipal con los grupos de la oposición.  

La defensa de las personas más vulnerables 

Sabemos que los municipios tienen limitadas las competencias, pero se pueden hacer muchas cosas. Y si no, hay reclamarlas. Por eso exigimos y exigiremos una mayor implicación, más recursos y más sensibilidad hacia los colectivos más vulnerables.  

Hay que hacer política para terminar con las “colas del hambre”. Como señala el articulo de nuestro compañero Andrés Aganzo, son muchas las familias de Getafe en riesgo de exclusión. Cuando se habla de que nadie se va a quedar atrás, hay que cumplirlo porque es mucha la gente que se está quedando atrás. 

Los vecinos de Getafe tienen en Mas Madrid Compromiso con Getafe un aliado en la lucha por defender sus reivindicaciones y sus derechos. Desde los que esperan la construcción de su vivienda, hasta los que defienden sus puestos de trabajo como en Airbus. Desde quienes enfrentan la vuelta caótica al cole, hasta los que hacen frente a la pandemia sin los medios necesarios.  

También tendrán en quién apoyarse aquellos y aquellas que defienden el medio ambiente y lo público. Oponiéndonos a un modelo de gestión de residuos trasnochados e insuficientes, denunciando los vertidos tóxicos y las escombreras incontroladas que hay en nuestro pueblo. Igual que quienes denuncian la falta de recursos en las residencias en las que hemos vistos morir a más de 200 de nuestros vecinos y vecinas. 

Hemos estado y estamos del lado de las trabajadoras despedidas improcedentemente de Lyma y exigiremos que las empresas públicas tengan un funcionamiento transparente y un acceso a los puestos de trabajo objetivo. 

En este compromiso siempre estaremos con la mano tendida. Y siempre con los vecinos y vecinas que necesitan una solución a sus problemas. 

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