Desde octubre del año pasado hemos señalado sin cesar los crímenes atroces que está cometiendo deliberadamente el Estado de Israel sobre la población palestina. El indescriptible genocidio que se está cometiendo ante los ojos de todo el mundo, con el levantamiento de algunos pocos y el consentimiento de muchos otros.
Con el paso de los meses y el recrudecimiento de las acciones asesinas del gobierno sionista, las sensibilización y reacción de la sociedad civil, ha ido incrementándose como una ola de indignación que da la vuelta al mundo.
En las últimas semanas, hemos sido testigos de cómo se ha levantado la comunidad universitaria, de manera reivindicativa y pacífica, como hacía mucho que no sucedía, y cómo este movimiento se ha extendido por las universidades de todo el mundo. Millones de estudiantes reaccionan y alzan la voz ante los crímenes de Netanyahu y llevan a cabo acampadas en los campus de todo el mundo para exigir a sus gobiernos el cese del apoyo y las relaciones de todo tipo con ese estado terrorista.
Desde Columbia o Berkeley en EEUU, pasando por Italia, Francia, Países Bajos, Alemania, Australia, Canadá, y ahora España, la juventud se rebela en contra del exterminio en Gaza y a favor de los derechos humanos de todos los pueblos, por encima de cualquier interés económico.
Hacía años, quizás una década, que no veíamos un movimiento internacional con un fin común tan marcado, y especialmente en el ámbito universitario. Muestra de madurez de nuestra juventud que pelea por un mundo mejor y más justo.
Tal y cómo decía la canción de Violeta Parra
“Que vivan los estudiantes
Jardín de las alegrías
Son aves que no se asustan
De animal, ni policía”.
Karima Chedid
*Foto de Bruno Thevenin
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