Por la extensión de los contagios del COVID-19, la situación es grave en España, pero lo es, mucho más, en Madrid.
Asistimos con gran preocupación a las actuaciones de un gobierno regional, como el de la Comunidad de Madrid, que roza el negacionismo. Un auténtico disparate de administración dividida entre Ciudadanos y Partido Popular, contradictoria en sus declaraciones y poco seria con los acuerdos a los que llega y luego no cumple.
La Comunidad de Madrid, ya lo hemos señalado más veces, ha sido campeona en privatizaciones y destrucción de servicios públicos. Solo así se entiende que siendo la Comunidad con más recursos sea de las que menos porcentaje dedica a la Sanidad y menos recursos profesionales tiene.
Pero, además, también es la que más tarda en reaccionar. A pesar de las ayudas recibidas y los fondos que genera, la Comunidad de Madrid no ha contratado suficiente personal sanitario, ni rastreadores, ni ha reforzado el profesorado, ni la Atención Primaria. Todas ellas son medidas que ha anunciado, pero que no ha llegado a poner en práctica.
La situación desastrosa no es solo causa del virus
La COVID-19 es una enfermedad que se contagia rápidamente. Por eso tener suficientes rastreadores, hacer test con agilidad a la gente adecuada y tener los resultados a tiempo es la clave del éxito. Además, es necesario tomar medidas sobre todo para actividades en locales cerrados donde, según los expertos y expertas, se producen más del 90% de los contagios.
Esta enfermedad se podría controlar, mientras aparece un medicamento o vacuna que la elimine, si se tomasen las medidas adecuadas como se ha hecho en otras partes.
Pero si a esta enfermedad le añadimos la ineficacia, el ansia privatizadora, o el segregacionismo de este gobierno, la pandemia se convierte en una amenaza mortal.
En el momento en que la epidemia está descontrolada en Madrid, con transmisión comunitaria, el gobierno kamikaze decide dejar de hacer PCRs a los contactos de positivo en colegios y a los asintomáticos, mientras reclama al gobierno central policías “para hacer efectivas las cuarentenas”. Una muestra más de que el Gobierno regional no está siguiendo criterios médicos en el control de la segunda ola.
Por eso planteamos que la primera medida de salud pública es echar a Ayuso y su gobierno. Acabar con los planes de esta administración que nos lleva a la extensión de la enfermedad y a la ruina económica.
Si Ayuso no dimite, tenemos que organizarnos para echarla de la presidencia de la Comunidad. Es una cuestión de salud pública.
El confinamiento perimetral es poco eficaz y un fracaso social
El aislamiento es una medida a la que se llega por el fracaso social, por la falta de respuesta de las administraciones a los contagios. El confinamiento es una medida que causa muchos problemas, sobre todo a la gente mas modesta, que vive en casas pequeñas y con peores condiciones.
Es un hecho el aumento de consultas por problemas psicológicos y de venta de antidepresivos y demuestra precisamente la condena que supone el aislamiento para mucha gente.
En las normas que publica el Gobierno de España se incluye confinar a las poblaciones, pero dejar que se sigan moviendo por encima del 85% de las personas por causas de trabajo, estudio u otras en transportes públicos abarrotados. También permite que en las iglesias se pueda reunir un 30% del aforo, mientras reduce las reuniones de otro tipo a seis personas.
Nos reafirmamos en que las medidas que se tomen tienen que hacerse pensando en las personas. Los confinamientos sin tomar medidas sanitarias y de rastreo no servirán de mucho.
Los parques tienen que permanecer abiertos
En el confinamiento segregador que Ayuso estableció para los barrios obreros y el sur de Madrid, obligaba al cierre de los parques de las zonas confinada. Y en Más Madrid Compromiso con Getafe creemos que es una medida contraria a la evidencia científica y a la igualdad social. Porque los parques son zonas verdes, amplias, donde se puede mantener las distancias sociales que recomiendan y donde los vecinos y vecinas pueden mantener cierto contacto con la naturaleza y, a la vez, la sensación de vivir en comunidad.
Por esta razón hemos planteado en el Consejo de salud municipal del 1 de octubre la necesidad de que los parques continúen abiertos. También hemos pedido al gobierno municipal que ponga el Centro Municipal de Salud de Getafe y sus profesionales al servicio de la pandemia, para vacunaciones y seguimiento de COVID-19.
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