Isabel Pizarro
El término gestión indirecta es un eufemismo para enmascarar que una administración pública cede a una empresa privada, para su provecho, la gestión de un centro público.
Eso es lo que pretende hacer el gobierno de la Comunidad de Madrid con la Escuela Arcoíris, construida y equipada por el Ayuntamiento de Getafe, en suelo público, con dinero de los contribuyentes, se cederá a la empresa privada que gane un concurso, donde se valoran cada vez menos los criterios pedagógicos y más los económicos, premiando a las empresas que presentan proyectos más baratos.
Esto es lo que la Comunidad de Madrid quiere imponer al Ayuntamiento con el único objetivo de ahorrar en costes y favorecer el negocio de los empresarios, que poco a poco se van adueñando de este sector. Lógicamente los beneficios económicos, con presupuestos tan exiguos, se consiguen recortando en materiales, alimentación, cuidado del entorno y sobre todo en los sueldos y las condiciones de trabajo de la plantilla. Lo que se traduce en una inexorable pérdida de calidad.
Esto no es nuevo, desde hace años se privatizan servicios públicos en sectores como la sanidad, dependencia, residencia de mayores, educación…
En nuestro municipio existen actualmente cinco escuelas infantiles de gestión indirecta de la Comunidad de Madrid, la mayoría empezaron como cooperativas de trabajadores/as, cuando primaba en la licitación, el proyecto educativo sobre la rebaja económica. En la actualidad, todas están en manos de empresas de servicios que nada tienen que ver con la educación. Cuanto más baja es la oferta, menos dinero tiene que poner la administración y peores son las condiciones de funcionamiento y, en consecuencia, se deteriora la calidad educativa.
Si consiguen privatizar la primera, irán a por todas
La peculiaridad de la Escuela Infantil Arcoíris es que es la primera que, habiendo sido construida por el Ayuntamiento de Getafe, se quiere imponer el modelo de gestión indirecta y, si esto no se consigue parar, no será la última.
Nuestra apuesta por la escuela pública, que en educación infantil se traduce en gestión directa, es la apuesta por la calidad de la educación. Es la garantía de que el único beneficio que se busca es el de los niños y niñas, sus familias y los profesionales que hacen posible la calidad de este servicio.
Por eso, exigimos unas escuelas infantiles con un número suficiente de profesionales cualificados (maestros/as como en otras etapas del sistema educativo), una atención adecuada a los niños y niñas en las diez horas que permanecen los centros abiertos, tiempo para la coordinación con las familias, para trabajar en equipo, para compartir experiencias que nos ayuden a entender los procesos de cada niño/a, compartir información con el equipo de orientación y un largo etcétera que no cabe en las lógicas empresariales.
Creemos que en muchos casos las administraciones no tienen en cuenta la importancia que tiene esta etapa para la vida presente y futura de los niños y niñas y no podemos permitir que la cicatería de las distintas administraciones y el negocio privado se imponga sobre la calidad educativa.
El ayuntamiento de Getafe debe hacer el esfuerzo de gestionar este centro y continuar batallando, junto con los agentes sociales, para que la comunidad de Madrid colabore con el mantenimiento económico de esta escuela, igual que lo hace con las otras escuelas infantiles de titularidad municipal.
La importancia de la Educación infantil
La educación infantil es la primera etapa del sistema educativo y abarca de 0 a 6 años. Está estructurada en dos ciclos, el primer ciclo (0-3) y el segundo (3- 6). En Getafe la mayoría del alumnado de tres a seis años está en los colegios de infantil y primaria, a excepción de las tres escuelas infantiles municipales de gestión directa, que mantienen, desde su creación, la etapa completa de bebés hasta seis años.
Una adecuada formación en estos primeros años es trascendental ya que es en esta etapa de la vida del ser humano en la que se conforman la mayoría de las estructuras neuronales que determinan el desarrollo y madurez cerebral, se adquieren los primeros hábitos, las primeras destrezas o las relaciones con iguales, bases sobre las que se irán asentando los aprendizajes presentes y futuros.
La adecuada atención en estas edades es garantía de un mejor desarrollo y equilibrio personal. Por el contrario, la carencia de unas condiciones adecuadas durante el proceso de crecimiento de nuestros niños y niñas, aparece como una de las causas de fracasos posteriores y conflictos en su desarrollo.
Es por esto por lo que es importante contar con las mejores condiciones educativas. Invertir en infraestructuras y materiales adaptados a las necesidades de estas edades y contar con profesionales debidamente cualificados (maestros/as especialistas en educación infantil), debe ser una prioridad que las administraciones deben asumir.
Periódico nº5 – junio 2021
Edita: Grupo Municipal Más Madrid Compromiso con Getafe.
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