Hoy, 17 de Mayo de 2021, se celebra el ‘Día Internacional contra la LGTBIfobia’ para conmemorar aquel 17 de mayo de 1990 en el que se hizo efectiva la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Existe una creencia errónea, por parte de algunos sectores de la sociedad, que mantiene que la ‘lgtbifobia’ está ya erradicada y nos invita a pensar que la lucha por conquistar derechos y libertades para este colectivo a día de hoy ha dejado de ser necesaria.
Esta idea está bastante lejos de la realidad, palpable de muchas personas LGTBI que a diario sufren situaciones que, aunque para algunos pueden resultar invisibles, merma la calidad de sus vidas y lima sus derechos fundamentales.
La LGTBIfobia en datos
Desgraciadamente, en la actualidad existen estudios que hablan de incrementos de hasta el 50% de agresiones digitales por causas de orientación sexual, y vemos como siguen aumentando las noticias sobre agresiones físicas a parejas del mismo sexo, una de las últimas ocurrió en Alicante presuntamente a manos de trece jóvenes.
La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) hizo públicos durante el 2020 los resultados de la mayor encuesta LGTBI realizada en la historia, y el resultado que arrojó fue que un 42% de las personas LGTBI habían sufrido algún episodio de discriminación durante el último año.
Estos datos pueden desanimar a las personas que desde hace décadas siguen firmes en su lucha por conquistar la igualdad real de derechos para el colectivo LGTBI y el fin de la lgtbifobia, pero afortunadamente la otra cara de la moneda nos muestra buenos datos en cuanto a la visibilidad: En España, de unas 20.000 personas encuestadas, el 53% dice estar fuera del armario en todos sus entornos, haciendo de España esto uno de los países con mayor visibilidad en el mundo.
Este es un lugar seguro para las personas LGTBI+
Desde aquí me gustaría llamar a la reflexión y dejar un mensaje para todas aquellas personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad, para todas aquellas personas que no se atreven a mostrarse como son por miedo a las posibles consecuencias: No estáis solos.
Cada vez existen más organizaciones de apoyo para que este tipo de situaciones no se vivan en silencio y podamos aunar una comunidad fuerte y libre. Tal es el caso, por ejemplo, de Más Madrid Compromiso con Getafe, organización de la que formo parte y en la que estamos comprometidos con la idea de trabajar en un Getafe más visible y diverso. La unión siempre hace la fuerza.
A pesar de que las cifras siguen mostrando muchas veces la injusticia y el odio que aún late en la sociedad hacia las personas LGTBI, el camino para la conquista de un mundo en el que este tipo de circunstancias no tenga cabida sigue siendo necesario y vital. Nunca nos rendiremos. Ni por nosotros ni por todos los que en otros países corren el riesgo de ser encarcelados o ejecutados por la simple razón de amar a una persona de su mismo sexo.
En primera persona
En la propia historia de mi vida he podido aprender lo importante que es seguir firme y apostar por una vida visible para abrir camino al que venga detrás: nací en 1986, año en el que todavía mi orientación sexual era considerada una patología mental que afortunadamente cuatro años después dejo de serlo, crecí en Getafe y tuve que sostener el acoso escolar durante un curso entero por ser lesbiana; cuando conocí a mi primera pareja no podía ni fantasear con casarme con ella porque algo tan básico no era legal para nosotras, poco después tuve la fortuna de vivir como se aprobaba el matrimonio homosexual en España en el año 2005.
Hoy día puedo notar todavía como se me clavan las miradas de algunas personas cuando camino con mi pareja por la calle, pero jamás dejaremos de ser visibles, porque nuestra visibilidad es nuestra herramienta para avanzar.
En resumen, aquí seguiremos año tras año conmemorando este día y todos los que vengan, por la erradicación de la lgtbifobia y por la conquista de una legislación que nos proteja ante este tipo de injusticias, porque si de algo sabemos es de conquistar derechos haciéndole ver al mundo que del amor jamás puede nacer nada malo.
Un artículo de Laura Ordóñez, originalmente publicado en Getafe Capital
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